“El mejor lugar para buscar a Dios es el jardín, puedes cavar hasta encontrarlo”
George Bernard Shaw
A veces se necesita muy poco para hacer las cosas bien. Basta con crear un jardín aliándose, si es necesario, con la adversidad. En el suelo más pobre, con frío y poca agua pueden
florecer las violetas…y cuando las contemples querrás crear un jardín en el patio de una prisión o en la pantalla de tu ordenador. Te sentirás lleno de orgullo porque eres capaz de crear algo hermoso que has hecho colaborando
con otros y que puedes compartir con muchos más.
Cuando vi esa película, inspirándose
en una historia real, en la que un grupo de presos de una prisión inglesa logra crear un jardín y presentarse a un concurso en el que compite la élite de los jardineros ingleses, me sentí bien, una sonrisa se dibujó
en mi rostro. Me vi reflejada, yo también había querido crear un jardín y quería darlo a conocer para compartir la alegría de las flores que iba cultivando. Y también estaba consiguiendo satisfacciones con esa nueva
actividad que llena de belleza y satisfacción mi vida y pretende alegrar la de los que, simplemente, se asomen un momento a mirar, o bien, se decidan a pasar para disfrutar el tiempo que quieran.
Es una pena que se presente de una manera tan inadecuada esta película. Su título original es Greenfingers,
en la versión española se cambió por Flower Power y se colocó el subtitulo: como una regadera, añadiendo el comentario: tenían un plan
de fuga que les llevó al huerto. Se trata de una comedia, pero su ingrediente principal es el buen humor, no el humor de los lugares comunes, las frases hechas y los chascarrillos fáciles. Sin embargo, la portada del DVD te pone ante
un película de risa, banal y que, en el mejor de los casos, te hará pasar un buen rato. Asombra que se promocionen tan mal algunos productos cinematográficos. Es poco probable elegirla en un videoclub o en los estantes de una biblioteca
con esa carta de presentación. Yo la encontré por casualidad en La Sexta 3, empezada y quedé engancha, vi lo que quedaba hasta el final. Después la busqué en DVD y la vi completa, ya sabía que era una película
de las que me gustan. Los actores, entre los que se encuentran Helen Mirren y Clive Owen, dan verosimilitud al relato y su director, Joe Hershman, realiza un trabajo muy digno. Está llena de buen gusto inglés, su director es estadounidense, pero
ha sabido recrear, aprovechando los actores y el encanto de los lugares de rodaje, esa atmosfera británica que suele quedar tan favorecida en la gran pantalla.
A veces unas humildes semillas de violeta pueden dar origen a un jardín lleno de flores. Esta película, que parece tan poca cosa, puede ser una de las flores más hermosas
de mi jardín.