Adela Cortina dice en la introducción de su libro que la ética es como un terreno que está a nuestra disposición. Podemos
hacer con él lo que queramos, podemos intentar cultivarlo, y sacarle un buen rendimiento, o dejarlo inculto con el riesgo de que cualquier avispado lo desvirtúe construyendo una urbanización. Nos dice, también, que ese terreno
es nuestro y está a nuestra disposición, que la ética y la moral forman parte de todos los seres humanos y que estamos obligados a sacar partido a nuestro irrenunciable ser morales. A través de nueve capítulos nos va mostrando
para que sirve realmente la ética. Simplemente voy a poner las conclusiones de los capítulos, una a continuación de otra, para hacernos una idea global e ir corriendo a la biblioteca o a la librería para leer la obra completa. La
ética sirve para:
- Abaratar costes en dinero y sufrimiento en todo aquello que depende de nosotros,
e invertirlo en lo que vale la pena, sabiendo priorizar.
- Intentar forjase un buen carácter, que aumenta la probabilidad de ser felices
juntos, al ayudar a estimar los mejores valores y optar por ellos.
- Recordar que los seres humanos necesitamos ser cuidados para sobrevivir
y que estamos hechos para cuidar a los cercanos, pero también para recordar que tenemos la capacidad de llegar hasta los lejanos, creando vínculos nuevos. Para eso hace falta no sólo poder, sino también querer hacerlo.
- Tener presente que es más prudente cooperar que buscar el máximo beneficio individual, caiga quien caiga, buscar aliados más que
enemigos.
- Ser protagonista de la propia vida, tener la autoría del guión de nuestra biografía, para construir con otros
la vida compartida, sin permitir que nos la hagan. Para realizar un sueño, el de una sociedad sin dominación, en que todos podamos mirarnos a los ojos sin tener que bajarlos para conseguir lo que es nuestro derecho.
- Aprender a degustar lo que es valioso por si mismo, para estrechar el vínculo con todos aquellos que son dignos de respeto y compasión.
- Saber que no se construye una sociedad justa con ciudadanos mediocres, ni es la opción por la mediocridad el mejor consejo que puede darse para llevar
adelante una vida digna de ser vivida. Confundir “democracia” con “mediocridad” es el mejor camino para asegurar el rotundo fracaso de cualquier sociedad que se pretenda democrática. Por eso una educación alérgica
a la exclusión no debe multiplicar el número de mediocres, sino universalizar la excelencia.
- Ayudar a construir una democracia
más autentica, que sea gobierno del pueblo.
- Apostar por una vida feliz, por una vida buena, que integra como un sobrentendido
las exigencias de la justicia y abre el camino a la esperanza.
Si nos paramos a analizar estos puntos veremos como coinciden con los
ejes fundamentales de la filosofía Ubuntu. ¿Sobre este tema, qué os parece si vamos reflexionando?.
¡Esta si que
es una buena noticia!. Podemos hacer algo para mejorar las cosas y la vida.